domingo, 3 de enero de 2010

Viejos amigos

Aprovechando estas fechas tan entrañables, dedico esta entrada a todos esos viejos amigos y amigas que hace tiempo que no veo.

Es curioso cómo cambia la vida. Antes veía a esa gente a diario prácticamente. Hasta ese viaje de fin de semana al pueblo te parecía trágico, dramático e injusto. ¿ Qué iba a ser de mi sin ellos?

Ahora las reuniones de viejos amigos se reducen a fechas señaladas, véase las navidades, fin de año, una boda, un bautizo, etc. Una casualidad provocada por la Diosa Fortuna de ponerte a esa persona delante tuya en el medio y medio de la calle, un día de paseo cualquiera, no hace falta ni forzar la situación. O bien, en mi caso, cuando alguno de ellos o ellas se compra un ordenador nuevo, se le estropea el que tiene, o bueno, aprovechando que soy informático, si se les estropea la lavadora, el lavaplatos, la tostadora u otro aparato con botones que tengan por casa.

Esa maravillosa llamada de teléfono interesándose por saber qué es de mi vida ( parte amable de la conversación, desconfiad de esta parte ); seguido de un ofrecimiento a que vaya a su casa para tomar un café una tarde en la que esté libre ( seguimos con la amabilidad, previa a la puñalada, para que duela menos ). Y por último te comentan que, ya que me acerco hasta allí, que de paso que voy pues no sé, que si les puedo formatear el ordenador. 

Claro, es lo mejor del mundo; todos sabemos que un café en casa de un amigo sin una barra de progreso de la instalación del Windows, no es lo mismo. Es como un té de las 5 sin pastitas en Inglaterra, o un partido de fútbol sin insultos al árbitro. No pega, de hecho suelo llevar un portátil siempre encima, para instalarle algo mientras me tomo un café en cualquier cafetería. Básicamente, un sistema operativo nuevo si es un café largo, y algún que otro programilla pequeño para los cafés rápidos.

Cuando quedo con alguien impuntual en una cafetería, me da tiempo de instalar tres operativos, el emule, joderle la wi-fi a la cafetería en sí; y ya que soy informático y si tiene botones lo sé manejar, le hecho un vistazo a la cafetera del local, para que prepare los cafés con la justa medida de espuma.

Así que nada, viejos amigos y viejas amigas. Un saludo. Feliz año nuevo. Y nos vemos en la calle de casualidad, en la boda de alguno de nosotros, o en el próximo formateo en vuestra casa toamando un café, con la justa medida de espuma; ya me encargo yo de la cafetera si eso.
 

2 comentarios:

Chiquitins dijo...

Cuanto resentimiento.... xDDDD
Venga unas cañitas esta semana, y si tal llevo mi portatil que me va un poco raro ultimamente....xDDDD (creo q es la falta de Call of Duty de estás semanas,jejeje)

Nos vemos neno!

inspdi00 dijo...

Más que resentimiento, una realidad ... En fin, lo de las cañitas está más que hecho. Y lo de matarnos un rato al Call of Duty, pues nada, si hai que sacrificarse y estar una noche hasta las tantas pegando tiros, qué se le va a hacer.