Bendita utopía

Bendita utopía que nos permite soñar y ensoñar con mundos mejores, donde los asalariados no son explotados; las horas extras son un cuento para asustar a los niños y poder darle ya la jubilación al hombre del saco; y los jefes estén expuestos a ser despedidos por sus "inferiores".

Imaginad ese mundo, esa utopía en la que, de manera trimestral, se nos pidiese una valoración de nuestros jefes, y en función de esas valoraciones, se decidiese la continuidad en el cargo de estos.

¡¡¡¡¡ Dios !!!!! ¡¡¡¡ Qué grandes frases saldrían de ahí !!!!

"Así que pretende que haga horas extras y NO pretende pagármelas ... ¡¡Vayaaa !! ¡¡ Qué pena que le quede TAN poco tiempo en el cargo !!".

"Que tengo que cambiar mis días de vacaciones .... bueno, y usted igual de-be-ríaaaa ... no sé ... cambiar de trabajo, porque en éste no creo que le quede mucho".

"Esta es la enésima vez en que me deniega el aumento de sueldo, y este mes será la enésima vez en la que marque la casilla "despidan a este cretino", para compensar la estadística entre usted y yo, nada más".

Podría estar horas soltando frases con esta temática, y sí, suenan crueles, pero sólo reflejan lo que todos pensamos, lo que todos queremos; lo que todos, alguna vez, hemos soñado ... poder despedir a nuestro jefe.

Bueno, me faltan escasas horas para entrar a trabajar. Probablemente me toque hacer horas extras; no sé cuándo me podré coger vacaciones, y comienzo a plantearme el pluriempleo para conseguir ese aumento de sueldo. Igual no sea mañana cuando el mundo cambie, e igual no llegue a ver ese cambio, pero es bonito soñar ... eso sí, fuera del horario de oficina.